En pantuflas, con la sotana aún sucia con tierra, un poco demacrado y caminando más lento que de costumbre, el padre Rómulo Cámpora, de la Iglesia Catedral, se dispuso a contar el accidente que protagonizó en la madrugada de ayer. Seis perros callejeros lo quisieron morder. No pudieron. Pero el párroco, asustado y sorprendido por el ataque animal, perdió estabilidad y se cayó en la vereda de calle Mendoza casi Mitre. El dolor provocado por el golpe lo obligó a estar en reposo y a suspender algunas actividades programadas para la mañana. Dijo que, gracias a Dios, este accidente no tuvo consecuencias mayores.
"Fue una desgracia con suerte. No quiero ni imaginar qué hubiera pasado si en mi lugar hubiera habido un niño. Quiero que la gente se quede tranquila porque estoy bien, aunque un poco dolorido". De esta manera el párroco comenzó su relato. Como todos los días, ayer a las 6:30 de la mañana se dirigía hacia la parroquia de San Clemente, en Santa Fe y Tucumán, para dar misa. Pero no pudo llegar.
"Iba por Mendoza cuando me pasó -contó el sacerdote-. Vi venir un perro blanco y grande corriendo a toda velocidad hacia mí. Sólo atiné a darme vuelta para darle la espalda, tratando de protegerme, y alcanzó a agarrarme la sotana cuando quiso morderme la pierna. En milésima de segundos llegaron 5 perros callejeros más a participar del ataque. Fue un susto muy grande, del que todavía no me repongo".
El padre Rómulo dijo que por la desesperación de zafar de los animales, perdió estabilidad y cayó sobre la vereda. Y que por el grito que dio mientras caía y el ruido que provocó su corpulento cuerpo al golpear en el suelo, los canes se dieron a la fuga. Contó que el canillita del kiosco de la esquina noroeste de Mitre y Mendoza lo ayudó a levantarse y a regresar a la Catedral donde, por consejo de los demás párrocos, permaneció en reposo.
"Me duele mucho la pierna y el brazo izquierdo, porque caí con todo el peso del cuerpo sobre ese costado -explicó-. Pero ya me tomé un analgésico. Tengo muchas cosas que hacer por eso no sé si tenga tiempo de ir al médico. Si sigue el dolor tomaré más analgésicos para estar bien por la tarde -de ayer- porque tengo que presidir la Confirmación de 200 chicos acá en la Catedral".
El sacerdote contó que por este accidente no pudo dar misa en San Clemente ni atender la confesión de los 200 chicos que, ayer por la tarde, recibieron la Confirmación. También dijo que es la primera vez que protagoniza un accidente de este tipo, aunque ya ha escuchado varias quejas sobre el peligro que representan estos perros callejeros para las personas.
Contó que estos animales suelen ingresar a la iglesia cuando se está celebrando una misa, bautismo o casamiento, generando cierto temor entre los feligreses.
"Nadie se atreve a correrlos por temor, ya que no se sabe cómo van a reaccionar -dijo el sacerdote-. Nunca antes atacaron a nadie, pero está visto que lo pueden llegar a hacer".
