El seleccionado guaraní se bancó al campeón del mundo con una dosis de su propia medicina. Bien parado atrás, cerrado por todos lados, con mucha entrega y orden, Paraguay le complicó el debut a Italia. Tanto, que se lo ganaba en la primera parte con un cabezazo -Made in Paraguay- de Alcaraz pero un error de Justo Villar le permitió igualar a la Azurra a través de De Rossi. El empate terminó metiendo a los paraguayos contra su arco, pero sin poder quebrar la férrea defensa guaraní. Mas allá de la igualdad, ambos equipos demostraron que son candidatos a la clasificación en el grupo.

A los 22′ Torres remató desviado, a los 23 fue Marchisio el que desperdició una buena chance, a los 28 Gilardino asustó a todo Paraguay y a los 38 llegó la apertura del marcador. Un tiro libre sobre la izquierda que hace efectivo Aureliano Torres y Alcaraz que pone la cabeza entre Chiellini y Criscito para colocarla lejos del alcance de Buffon. Paraguay ganaba y a partir de allí comenzó a justificarlo porque Italia sintió el golpe y no volvió a inquietar a Villar hasta la hora de irse al descanso.

En el segundo período los italianos salieron decididos a quemar las naves. Entró Camoranesi por Marchisio para darle más profundidad al ataque y De Rossi se hizo dueño del sector central. La presión de los "tanos" se hizo casi insostenible, parecía que el empate iba a llegar o como producto directo de esa presión o por algún error de los paraguayos.

Y fue lo segundo. Salió mal Villar en un corner, la pelota lo "sobró" y De Rossi la empujó al delirio de la paridad en el marcador.

A partir de allí lo quiso ganar Italia, sin embargo una de las virtudes de los paraguayos, su defensa, no volvió a fallar y así llegaron al final aferrándose a un empate que conforma porque dejaron atrás al gran candidato, al último Campeón Mundial y ahora tienen por delante a dos equipos a priori más débiles que allanan el camino a una clasificación cada vez más cercana.