Uno de los empleados de limpieza del Centro Cívico dijo que la semana pasada encontró en una bolsa de residuos unas velas de colores, fotos y datos de personas destinados a supuestos rituales de brujería. A una semana de que DIARIO DE CUYO publicara una nota acerca de historias fantasmagóricas que circulan en el edificio, varios empleados recuerdan más sucesos extraños.
A principios de la semana pasada, uno de los trabajadores de limpieza del edificio (que prefirió dejar su nombre en reserva cuando le contó su caso a este diario) dijo que recorría el tercer piso y junto a unos ascensores del lado Sur vio una bolsa de residuos a medio llenar. La tomó con sus manos para seguir arrojando basura allí y vio algo que lo sorprendió. "En el interior había 4 velas de unos 15 centímetros de largo y unos 4 de ancho. Todas estaban usadas; una era verde, otra negra y las dos restantes eran de un marrón oscuro con manchas negras", comentó el muchacho. Además afirmó que "había también rosarios rotos, fotos tipo carnet y otras impresas que parecían tomadas por celular, y hojas con nombres y datos de personas como sus fechas de nacimiento y domicilios". El hombre, tan sorprendido como preocupado, decidió tirar estos objetos junto con el resto de la basura. Consultados por este diario, dos de sus compañeros, que también hicieron reserva de identidad, corroboraron sus dichos.
A esto se suman otros relatos que hacen saltar carcajadas, producen risas duras o erizan la piel. El del llanto de un niño que se escucha en el segundo subsuelo y en el 4to piso es uno de ellos. A éste se le agrega lo que supuestamente le ocurrió a otro empleado de limpieza, quien dijo que mientras iba en un ascensor de carga le golpearon el techo varias veces. Cuando el protagonista del hecho se lo comentó a un compañero, éste le contestó entre risas que "el que golpeaba el techo era el niño que llora, que me hiciera cargo, que era mi hijo".
También se afirma que en varias oportunidades, pasadas las 22 horas, al final del pasillo del 5to piso se ve una persona sentada pero que no está cuando se acercan a ella. A esto se suma otro relato de un policía que realiza adicionales en el lugar. Él asegura que hace 2 meses, a 2 de sus compañeros que estaban en planta baja los llamó un sereno para reclamarles que vio salir de la cocina del 5to piso un perro negro enorme. Pero ellos le dijeron que no había entrado ningún animal. Por el temor, dice, el sereno se fue a su casa. Sin embargo, otros uniformados afirman que el hombre inventó la historia para irse. Además recuerdan en varias oficinas que unos 4 días antes de la inauguración de la tercera parte del la construcción, los obreros que trabajaban ahí a contra reloj estaban en la calle asustados. Supuestamente vieron a una mujer que de a ratos desaparecía deambulando por los pisos. Y que los ascensores andaban sin que los llamaran.
En este contexto, la versión que dice que de noche a los cuidadores los llaman por los pasillos sin que nadie se encuentre en los pisos también es frecuente entre empleados que trabajan en las distintas reparticiones. Pero no todos son comentarios de terceros. Uno de los jóvenes encargados de la limpieza dijo que "para mediados de mayo pasado yo estaba en el 4to piso y escuché que se movían los muebles en el 5to. Cuando subimos, pararon los ruidos y no encontramos a nadie".
