El féretro envuelto en una bandera argentina y con una gorra de la policía encima; el traslado en manos de un grupo de cadetes en medio de un cordón de honor; el responso a cargo de capellán de la fuerza; el toque de silencio a cargo de la banda de música; las palabras de despedida pronunciadas por el jefe del área en la que trabajaba el agente muerto en servicio, atropellado por una camioneta cuando patrullaba con un compañero. Cada paso de las honras fúnebres para el agente Gerardo Jorge Díaz (41) se cumplieron ayer en la tarde en el cementerio municipal de Rawson, donde llegaron cerca de mil personas (familiares, amigos, efectivos en actividad y ex policías) para despedir sus restos en una emotiva ceremonia, en la que se vio llorar a varios uniformados.
La ceremonia con el traslado del féretro incluyó un alto en el lugar de trabajo de la víctima, la base de la Motorizada II en el barrio La Estación, en Rawson, con una fila de patrulleros del Comando Radioeléctrico estacionados. Pero entonces se produjo lo inesperado: una lluvia de piedras que cayeron y dañaron algunos móviles pero no provocaron lesiones en los presentes. El ataque indignó a los policías que enseguida salieron a recorrer la zona y apresaron a siete de los supuestos agresores, dijeron fuentes policiales.
Díaz era padre de cinco hijos, vivía en el barrio Córdoba, en Rivadavia, y hacía 16 años que era agente en la policía. Su último destino había sido la Motorizada II, es más estaba ahí desde el mismo día de la inauguración de la sede, el 23 de setiembre de 2003, igual que su compañero, el agente Mauricio Araya (31).
Ambos estaban juntos también el día de la desgracia, el jueves minutos después de las 6. Ese día patrullaban la Villa San Damián, Rawson, y circulaban por Boulevard Sarmiento al Oeste en una Honda Transalp, pero justo en el cruce con Neuquén los chocó una Ford F100 que transitaba hacia el Sur guiada por Daniel Barilari (31 años, ayer detenido). En la policía dicen que un testigo vio a Barilari circular "rápido y sin luces".
El resultado del choque fue nefasto: Díaz sufrió gravísimas lesiones internas y murió a poco de llegar al hospital Rawson. Araya quedó grave, pero se salvó y ayer recuperaba favorablemente, dijeron fuentes policiales.
