Los divorciados ‘no están excomulgados y no deben ser tratados como tales‘, sino que ‘forman parte de la Iglesia‘, fue el mensaje defendido ayer por el papa Francisco de cara al Sínodo de la Familia, que se celebrará en octubre de 2015. ‘Hoy nos referimos a la situación de aquellos que, tras la ruptura de su vínculo matrimonial, han establecido una nueva convivencia. Estas personas no están excomulgadas como algunos piensan, ellas forman parte de la Iglesia‘, dijo el pontífice. Directo y claro fue el mensaje lanzado ayer por el Papa durante la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano, y no en la Plaza de San Pedro como es habitual, debido a las altas temperaturas veraniegas. La de ayer era la primera audiencia general del Pontífice tras la corta pausa estival de la que ha disfrutado en julio.