El primer presagio para Leonardo Nuñez de que algo malo había ocurrido en su boliche, fue cuando vio que el candado del portón de acceso estaba cortado. El hombre caminó presuroso al interior y al tratar de desactivar por control remoto la alarma del lugar, sus peores sospechas se confirmaron. El local, ubicado en lateral Norte de Circunvalación, entre Caseros y Tucumán, Capital, fue blanco de una banda que usó al menos dos vehículos para llevarse de todo: 4 freezers, 4 heladeras exhibidoras, 4 ventiladores industriales, unos 20 cajones de cerveza, 24 latas de energizantes y varias bebidas blancas, fueron el grueso de un botín que rondaría los $35.000, contó Nuñez. "Después de este robo, tengo ganas de cerrar", dijo ayer el comerciante.

El blanco fue el boliche "Veracruz" y fue el primer robo que sufre en casi 2 años. El ataque fue descubierto el jueves (trascendió ayer) a las 19, cuando Nuñez -dijo- llegó para acondicionar el lugar para este fin de semana.

Allí se topó con el candado del portón cortado y también, con la alarma desactivada. Adentro, Núñez vio que de las dos barras faltaban las heladeras y los freezers. De la pista, los ventiladores de las paredes y del depósito, el faltante de los cajones de cerveza, de otra heladera y de las bebidas blancas, señaló.

Cuando subió a una oficina, encontró que la puerta estaba violentada y trabada por dentro con un escritorio. En ese lugar, el cable de energía de la alarma que alimenta la sirena de afuera estaba cortado y el gabinete de ese dispositivo, violentado.

"Calculo que las pérdidas rondan los $35.000. Acá usaron vehículos y nadie vio nada porque a los costados tenemos una parrillada que abre solamente los fines de semana y un depósito", comentó dolido Nuñez. Y agregó: "con mi socio estamos pensando en no volver a abrir más".