Un día después de su contundente victoria en las elecciones primarias, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró ayer que Argentina cumplirá con las obligaciones previstas para este año en materia de deuda y ‘después de reuniones en la región, este gobierno tomará las decisiones que correspondan‘.

En su primera conferencia de prensa en más de un año y medio, la mandataria dijo que ‘este año vamos a terminar de cancelar nuestras obligaciones, que es con reservas del Banco Central y, con nuestra política que nos ha permitido tener recursos para la economía real, como son los Créditos del Bicentenario, entre otros‘.

Desde la Casa Rosada, la Presidenta adelantó que ‘cuando tengamos un panorama más claro del mundo, después de reuniones importantes que se harán en la región, este gobierno tomará las decisiones que correspondan‘ en materia de las deudas que aún mantiene la Argentina.

Desde abril del año pasado, el Gobierno argentino viene pagando vencimientos de la deuda externa con reservas del Banco Central, después de haber ganado una batalla que duró tres meses y que desgastó al gobierno de la presidenta Fernández de Kirchner. El ex titular del Banco Central, Martín Redrado, fue echado de su cargo en enero por negarse al pago de deuda pública con reservas, tal como pretendía Cristina, que en las elecciones del domingo pasado obtuvo 50,07 por ciento de los votos.

Con ese caudal de votos, se convirtió en la más votada de los aspirantes a la Casa Rosada, sacándole casi 38 puntos de ventaja al segundo, Ricardo Alfonsín. En una distendida conferencia en la que sólo respondió cinco preguntas, la presidenta aseguró que el amplio triunfo obtenido por el oficialismo en las elecciones primarias es un ‘reconocimiento a la gestión‘ que encabeza pero advirtió que ‘nadie es dueño de los votos‘ y que ella no se la ‘cree‘, pese a haber quedado a las puertas de la reelección.

‘La gente emite su voto en relación a lo que le consultan puntualmente‘, analizó la mandataria al mediodía, en el Salón Sur de la Casa de Gobierno. Aseguró que el 50 por ciento de los votos ‘es un reconocimiento al trabajo; yo me he roto el alma en estos cuatro años. Nadie es el dueño del voto de nadie, ninguno es propietario de la voluntad de ningún ciudadano, y esto es lo más importante de todo‘.