El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, admitió ayer que más de 1.800 niños murieron por causas vinculadas a la pobreza en los últimos cuatro años en la provincia, tras el deceso del adolescente qom que pesaba 11 kilos, cuyo padre advirtió que nunca recibió asistencia. Durante un acto, Capitanich pidió un minuto de silencio.