Frente a 900 empresarios de la elite de conducción del país productor -en el Coloquio de IDEA, en Mar del Plata- Guillermo D.Andrea, director del Instituto Argentino de la Empresa (Universidad Austral) le dijo al país que "la vitivinicultura ha conseguido consensuar una estrategia y darse una mesa de conducción en la que están todos los involucrados y que ha armado una visión de mediano y largo plazo". Rescató como lo esencial, "la integración del esfuerzo privado y la política pública en un objetivo común". Por cierto, se refería a los 2 años que llevó a lo largo del oeste debatir y acordar una estrategia para la vitivinicultura, el PEVI (2002-2004). Y sintetizaba el logro de la mesa de la Corporación -COVIAR- capaz de sentar a la misma mesa de decisiones a viñateros, bodegueros -grandes y chicos- sanjuaninos, mendocinos, riojanos, salteños, a funcionarios políticos de los gobiernos involucrados, a los técnicos (el INTA, el INV) y sumarlos a las acciones que le demanda la estrategia acordada en el PEVI. Nada menos. Dijo D.Andrea que ha habido una bisagra, porque "antes, los gobiernos políticos decidían por sí y comunicaban para abajo las políticas, con ventajas individuales, por grupo afectado. Ahora, en esta mesa y con este plan, las políticas se discuten en la Corporación y cualquier negociación es en conjunto".
Ajuste de la estrategia
Un par de días antes, en un hotel de Tupungato, la COVIAR había convocado a la conducción vitivinícola, para chequear lo que está ocurriendo en el mundo del vino, para repasar lo que pasa en el país con la producción y el consumo y para actualizar los planteos de su Plan Estratégico, PEVI ("Muchas cosas han pasado en el país y el mundo en estos 6 años y decidimos ajustar nuestras metas", explicó José "Catuco" Molina, presidente de la Corporación). Durante 2 días, en distintas mesas-taller, abordaron los cambios mundiales y en el país, las ventajas y las desventajas, las oportunidades y los riesgos nuevos. Por ejemplo, la evolución del consumo, la lucha de las exportaciones; la caída del vino a granel y la mejora del embotellado varietal; la investigación e innovación en la viña y la bodega; la necesidad de multiplicar la inversión en la promoción interna y externa; seguir adaptando nuestras viñas a la demanda mundial; calificar la tecnología de elaboración y de almacenaje; apostar al mercado del mosto, la urgencia de la transformación del riego por la crisis del agua ("Dilapidamos con el riego a manto"); resolver el contraste entre costos en alza y cambio congelado; incentivar la integración y la asociatividad de los productores básicos.
Semana rica para la vitivinicultura: Porque de miércoles a viernes estuvo reunido en el Hyatt Hotel de Mendoza, el comité del denominado Grupo de Países del Nuevo Mundo Vitivinícola (Australia, EEUU, Canadá, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Chile) entre los que estamos alistados. No es un dato menor: Este grupo de productores ya maneja el 35% del mercado mundial. Disputan espacio con los "tradicionales" del Viejo Mundo (Francia, España, Italia, Portugal, Italia, etc). Por si fuera poco, como observadores invitados, estuvieron los popes de un mercado que tiende a ser el centro del comercio mundial: China.
