Dos grupos con marcadas diferencias que habitan en el barrio Dorrego, en Concepción, Capital, decidieron limar asperezas de una manera muy violenta el domingo a última hora: midieron sus fuerzas a pedradas y a disparos con armas de fuego, uno de los cuales atravesó la mano izquierda de una jovencita de 16 años que, al parecer, integraba una de las parcialidades, dijeron ayer fuentes policiales.
La menor debió ser atendida en el hospital Guillermo Rawson y pudo volver a su casa, pero la historia pudo ser muy distinta. Fue la que se llevó la peor parte de ese feroz enfrentamiento que dejó otros cuatro heridos, aunque estos últimos resultaron lesionados por las piedras lanzadas, indicaron. Vidrios y otros daños en las casas de los principales involucrados, fue también parte del saldo de esa batalla barrial.
Todo pasó alrededor de las 23 del domingo y no duró demasiado, informaron en la Policía. Duró el tiempo suficiente para dejar en claro cómo se resolverán sus problemas y, de paso, evitar la intervención de un tercero no querido en la disputa: la Policía.
De todos modos, los pesquisas de la seccional 2da de Concepción que dirige el comisario inspector Ernesto Figueroa, comenzaron una investigación para intentar dilucidar la compleja trama entre los contrincantes. Y, lo principal, quiénes son los sujetos que empuñaron armas de manera indiscriminada, exponiendo a más de un inocente, como mujeres, niños y otros vecinos que nada tienen que ver con el conflicto, precisaron los voceros.
