Los alumnos de las escuelas primarias de toda la provincia se encargarán de controlar en sus propias casas cuánto riesgo hay de contraer el dengue en caso de que el mosquito transmisor ingrese a San Juan. Y los chicos de las secundarias harán lo mismo pero en los espacios comunes de sus barrios, en colaboración con las vecinales y las ONG. Para eso, en cada aula les darán un formulario que deberán llenar con datos; por ejemplo, dónde hay agua estancada, cada cuánto se desagota los cacharros y qué tipo de hábitos hay. Esos formularios fueron entregados ayer por la tarde al Ministerio de Educación, luego de que los ministros de Salud Pública y de Producción se reunieran con 15 intendentes y un representante departamental para delinear esa y otras acciones tendientes a prevenir el dengue.
En líneas generales, lo que decidieron fue mantener las medidas preventivas que ya habían puesto en marcha. Según dijo el titular del Programa Provincial de Vectores, Rubén Carrizo Páez, el descacharrado, no usar más agua en los floreros de los cementerios (y reemplazarla por arena mojada) y capacitar en las escuelas son medidas sanjuaninas pioneras en el país. Y ahora innovarán con los alumnos monitoreando la prevención hogareña. Mientras tanto, desde Producción instaron a que los municipios y los productores releven focos de mosquitos (no el transmisor del dengue, sino los habituales) para entregarles insecticida, en cantidades que aún no son definidas, y combatir así esa plaga que perjudica a humanos y varios tipos de cultivo.
