La euforia de jugadores, cuerpo técnico e hinchas chilenos (cerca de cien) después de consumar su primera victoria en el Mundial era una muestra clara de lo que valía el cruce ante Suiza para ellos. Era ‘el partido’ a ganar para cumplir con el objetivo pautado de acceder a los cuartos de final. Y los trasandinos lo obtuvieron luego de haber comenzado abajo en el marcador, pero con paciencia y buenos momentos de hockey terminaron superando 3-1 a Suiza, en la segunda jornada del Grupo A. De esta manera quedó con más de medio boleto en el bolsillo pues hoy debe superar a Holanda, ya eliminado del certamen y que peleará por la permanencia en el Mundial superior.
Chile y Suiza demostraron el poder de los nervios en una etapa inicial plagada de errores y sin nada para remarcar. El juego se abrió en el complemento con el tanto de Rubi, que haciendo un juego de palabras con su apellido es la joya suiza. El control de la bocha desde entonces fue propiedad chilena y así pudo mandar en el juego, y lo más importante, en el marcador. La remontada llegó en buena medida por las apariciones claves de Fernández, quien marcó los primeros dos tantos de Chile. La rúbrica la colocó Salgado con una gran jugada personal.
