Tras reunirse con la gobernante chilena, el presidente de EEUU, Barack Obama, elogió ayer la forma en que el país trasandino manejó la crisis global.

Luego de recibir en la Casa Blanca a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, Obama ofreció una breve conferencia de prensa en la que destacó que Chile haya "ahorrado los recursos obtenidos por su principal exportación, el cobre" para poder enfrentar los coletazos de la crisis.

Obama dijo además que Chile "es el modelo" de la alianza que Estados Unidos busca en sus relaciones con otros países. Por su lado, Bachelet agradeció las palabras de Obama sobre el manejo económico emprendido por Chile.

A su vez, el mandatario norteamericano anunció un acuerdo de cooperación sanitaria con ese país, incluido un centro de lucha contra el cáncer. Asimismo, expresó su deseo de visitar "lo antes posible" Chile, aunque no precisó una fecha.

Acerca de la interferencia de la CIA en el pasado en Chile, Obama aseguró que lo importante es "mirar hacia delante, no hacia atrás". Según explicó Bachelet, los dos mandatarios abordaron, además de la cooperación en materia de salud, la colaboración en materia energética, un área donde consideró que Chile ofrece un excelente potencial.

También, indicó la presidenta chilena, abordaron la cooperación de Chile y Estados Unidos con otros países de América Latina en áreas como la lucha contra la pobreza.

Previo a la reunión, Obama destacó la "buena relación de trabajo" que tiene con Chile y Brasil, quien "tiene una orientación política muy diferente que la mayoría de los estadounidenses". Chile "ofrece una buena lección para nosotros, que dejamos desaparecer nuestros superávit", resumió.

Paralelamente, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, mantuvo una reunión con el canciller chileno, Mariano Fernández.

En el encuentro, ambos acordaron cooperar para atender los problemas de la lucha contra la pobreza extrema, señaló el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly.

Además convinieron mejorar la educación y la protección social, ayudar a los gobiernos a fortalecer sus servicios judiciales y de seguridad, avanzar en la inclusión socio-económica y promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales en América Latina.

Estados Unidos y Chile esperan que la cooperación logre mejoras en la producción agrícola y la seguridad alimentaria, el entrenamiento de las fuerzas de seguridad y la seguridad ciudadana, el cuidado de salud maternal, el acceso a los servicios de salud para los pobres, las redes de la protección social, y programas de inversión público-privada en infraestructuras.