Tiene una tupida barba blanca, 82 años de edad y ya ha corrido 90 mil kilómetros entre pruebas oficiales y entrenamiento. Al maratonista chileno Bruno Bernal han llegado a pararlo en la calle para pedirle autógrafos y sacarle fotos.
Sin desconocer que su aspecto es muy llamativo, Bruno será nuevamente el más longevo en correr hoy la VI edición del Maratón Internacional de Santiago de Chile, en el que participan unos 25 mil corredores de una veintena de países. Esa prueba de resistencia, en la que varios atletas buscan una marca que les permita estar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, se disputa en tres categorías: el maratón de 42,195 kilómetros, medio maratón, de 21 kilómetros y una tercera, de diez kilómetros de recorrido.
Bruno participa del medio maratón con los objetivos claros: bajar su marca y en esta VI edición llegar antes que se vayan todos.
‘Este año quiero bajar mi registro. La última vez que competí (en la V edición del Maratón de Santiago realizada el año pasado) llegué último en los 42 kilómetros con más de seis horas. Los organizadores habían apagado el reloj porque me demoré mucho, por lo tanto, no tuve un registro oficial y también estaban sacando todo, pero igual finalicé’, asegura en tono alegre al diario chileno El Mercurio.
De Valparaíso
Nacido en la ciudad chilena de Valparaíso, Bruno es un amante de la poesía. ‘La gente me dice abuelo vitamina porque no me canso nunca’, comentó el corredor chileno tras agregar que su gran secreto dice que está en su estado civil: soltero.
‘Una de las bromas más lindas que tengo, es cuando iba a correr a una cancha de fútbol acá en la ciudad y estaban jugando un partido, había harta gente y uno de ellos me apunta con el dedo y grita ’ahí está el Forrest Gump’ porque corro mucho, al igual que el actor de la película del mismo nombre. Yo atino a reírme, nunca me ha molestado‘, contó Bruno.
Reconocido como el regalón de todos los running de la zona, Bruno cuenta que comenzó a correr por las calles de Valparaíso en 1964. ‘Cuando comencé a correr lo hice porque un día me dije que tenía que buscar algún desafío grande. No encontraba ninguno, hasta que el atletismo me gustó. Comencé corriendo de a poco en Lonquimay y desde ahí nunca más paré‘, remata Bernal, que sale a correr día por medio entre 3 y 4 kilómetros.
