A simple vista los daños en los vehículos que habían protagonizado el enésimo choque en el siempre peligroso cruce de ruta nacional 40 y calle Rodríguez, en Chimbas, no dejaban la impresión de un accidente grave: una parte rota en el costado izquierdo del frente del Chevrolet Corsa de una docente y la rueda algo desencajada de la moto Maverick 150 cc de un empleado gastronómico, parecían sugerir un saldo muy distinto al que realmente dejó. Porque el motociclista, luego del impacto, voló literalmente más de 7 metros y se estrelló de cabeza contra una columna metálica del alumbrado público, dijeron fuentes policiales.
En la misma Policía precisaron que el conductor de la moto, Cristian Serafín Aguilera (36) llevaba puesto su casco, aunque igual quedó en muy grave estado, internado en Terapia Intensiva del Hospital Guillermo Rawson.
En ese centro de salud, sus hermanas explicaron que el hombre se dedica a la gastronomía como todos en la familia. Y que ayer había salido a cargar nafta en su moto Maverick para luego ir a hacer algunas compras con la madre de sus cuatro hijos.
Se supone que a la hora del siniestro, Aguilera volvía a su casa en el barrio Los Cardos, Chimbas, porque transitaba hacia el Norte por la ruta 40 cuando no pudo evitar al Chevrolet de Sovelvio que giraba al Este. Según la Policía, tras el choque quedó inconsciente y sangrando.
Todo pasó alrededor de las 10.45 de ayer. “Yo venía del cementerio de Albardón con mi marido y había doblado para llegar a este otro cementerio (el Parque Alborada, en el cruce del accidente) cuando apareció este hombre, de golpe. Yo no venía a más de 40 (km por hora)”, dijo ayer, María Nélida Sovelvio, docente, 65 años.
La mujer estaba conmocionada por ver al motociclista y también por el estado de salud de su marido Juan Miguel Mol (73): “Él ya tuvo tres preinfartos”, dijo ayer, preocupada.
