Las reliquias de San Juan Bosco, con la réplica de la imagen que se encuentra en la basílica de Turín, Italia, pasaron ayer por la catedral de Buenos Aires, donde fueron expuestas para su veneración por cientos de devotos del fundador de la Orden Salesiana. La urna de vidrio de 700 kilos, con la réplica del cuerpo del santo y partes seas de su brazo derecho, que peregrina por el país, fue recibida por el obispo auxiliar porteño, Eduardo Benites Astoul, y un grupo de fieles que entonaba canciones religiosas. Tras ser llevadas al interior del templo fueron expuestas para su veneración muy cerca del altar. Allí Benites Astoul presidió un misa, en la cual destacó la tarea educativa y evangelizadora de Don Bosco.

Pese al tiempo breve, apenas unas horas, que las reliquias estuvieron en la catedral metropolitana, cientos de fieles se acercaron al templo porteño para rezar frente a la urna con la imagen del santo salesiano.