Carlos Cheppi minimizó el tema de los cierres de tambos argentinos y señaló, que pese a la sequía no bajó la producción del sector.

"No tenemos evidencia de la caída catastrófica de los tambos", afirmó el funcionario, que asistió a un debate sobre la lechería. También señaló: "No ha bajado la producción de leche, a pesar de la sequía".

El Gobierno tiene datos provisionales de una encuesta que elabora la industria con consultas a las quince usinas más grandes, que concentran el 65% de la leche. Según ese relevamiento, entre enero y mayo pasado, la entrega diaria por tambos a las usinas subió un 3 por ciento. Paradójicamente, ese estudio dio para el mismo lapso más tambos (3,2%).

Por su parte, Raúl Catta, presidente de la Asociación de Productores de Leche (APL) señaló muy sorprendido: "Está negando un resultado que ya tenemos".

Cheppi obtuvo el respaldo de Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera. "Tenemos la misma visión. Hubo cierres normales por razones familiares y la sequía hizo que se discontinuaran en algunos casos. En producción estaremos en un nivel similar a 2008", opinó.

La crisis láctea es global

En Argentina el precio al productor se acerca a $ 1, por lo menos es lo que se espera se cumpla para los primeros 3.000 litros de leche y en caso de que el acuerdo se cumpla. Este precio es similar al que reciben en este momento los productores chilenos, más importante que el que reciben los uruguayos, pero mucho más bajo que el de un tambero brasilero, según Damián Morais para www.lecherialatina.com

En Uruguay el productor recibe U$S 0,22, lo que se traduciría en $ 0,836 argentinos a un tipo de cambio de 3,80 para el dólar. De esta manera, el productor uruguayo es el que peor está en el contexto regional.

En Chile, al tambero le está pagando la industria $ 170 chilenos, traducidos a pesos argentinos daría $ 1,02 por litro, a un cambio de $ 0,006. La preocupación de Chile es que las industrias amenazan con bajar ese precio el próximo mes, baja que precedería la tradicional reducción de precio que se da en la primavera.

En Brasil mientras tanto la situación del productor lácteo es más relajada, el precio pagado el último mes trepó hasta los 0,65 reales, equivalente a $ 1.261 argentinos a un cambio de $ 1.94 por unidad.

La constante en todos los países de la región es la queja de los productores que coinciden en acordar que los costos superan lo obtenido. En cada lugar se han dispuesto diversas medidas, Brasil eliminó la autorización automática a las importaciones y Chile discute poner un arancel del 31,5 % a las importaciones. ¿Qué pasa en el resto del mundo? La cosa no está mejor, incluso se diría que para las distintas realidades que se viven el sector lácteo en EEUU y Europa está peor que en América Latina.

En EEUU se habla de la peor crisis del sector en la historia, el precio al tambero es de U$S 0,25 a un dólar de 3,80 da un precio de $ 0,95. Todos entienden por qué la queja de los farmers norteamericanos.