Los Lagos de Covadonga, el Enol y la Ercina, cita mítica del ciclismo español, suponen para el pelotón de la 71 Vuelta a España cruzar su ecuador con la disputa de la primera jornada calificada por todos de alta
montaña, aunque el itinerario tiene casi todos los días desniveles significativos.
 En esta edición, el tradicional final de etapa tendrá la ascensión previa al siempre temible Mirador del Fito, a cuarenta kilómetros de la línea de meta, que obligará a los mejores a asumir la responsabilidad en primera persona.