– Tu tarea es combinar tus diseños con las creaciones sanjuaninas en un estilo folk fashion…

– Ya tengo ropa mía intervenida con cosas que tienen que ver con lo latino y lo argentino, pero en mis pasadas voy a incorporar piezas de los artesanos con la ropa de alta costura, el jean y el prêt-à-porter. Pero, en realidad, vengo a hacer un relevamiento para ver cómo podemos mostrar a los artesanos y dónde para llegar a nuevos mercados.

– ¿Las creaciones rústicas sanjuaninas pueden llegar a las pasarelas del mundo como el Fashion Week de Nueva York?

– Claro que sí, nosotros somos el problema y quienes tenemos que sacarnos los prejuicios para avanzar. Desde mi presentación en el Fashion Week de Nueva York de hace dos años, donde presenté mi colección etnia, empecé a incorporar estas texturas…

– El éxito no te obnubila…

– Para nada. Me costó mucho llegar donde estoy y por eso quiero transmitir mis conocimientos. Cuando Carlos Brizzi, el director nacional de promoción de la comercialización, me convocó, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación me propuso hacer esta búsqueda; me pareció que me tenía que poner la camiseta.

– Aunque triunfás en las pasarelas del mundo, tu cable a tierra es el campo.

– Sí, tengo una cabañita en Salta y mis ovejas son divinas.

– Hay tres que llevan el nombre de Moria, Susana y Mirtha…

– (risas) Pero les puse ese nombre no en tono de burla sino con cariño. Es más, ya otras se ofendieron porque no las incluí, como Carmen Barbieri.