– ¿Cómo ha sido este regreso a San Juan, ahora en otro rol?

– Estoy súper entusiasmada con todo el proyecto. Más allá de que el teatro es simplemente maravilloso, es una inspiración increíble para las chicas, va a ser una oportunidad única… Y es lo que uno está buscando con todo este tipo de cosas, oportunidades, que son fundamentales, ¿no?, para que sigan creciendo, con pasión…

– El ballet debutará en el Teatro del Bicentenario con esta obra que tendrá tu sello…

– Me parece genial que me hayan invitado para que el espectáculo sea lo mejor posible, dentro de las posibilidades de cada lugar, porque no es que viene un ballet de afuera, que tal vez hubiera sido lo más fácil e iba a salir increíble, sino que es dar oportunidades a la propia provincia…

– ¿Creés que es importante armar un ballet, un ámbito de profesionalización?

– Sería divino. Como bailarina entiendo que es un círculo: los estudiantes quieren tener un lugar para saber que están trabajando para hacer funciones, pero si no hay público no hay funciones, y no hay ballet; y lo principal para que haya público es hacer cosas de súper calidad. La responsabilidad como es que si vienen a verme, salgan súper gratificados. Si hacemos bien nuestro trabajo, el público va a querer ver más.

– ¿Pensás que el Estado debe colaborar?

– Por supuesto. A veces se necesita apoyo, del Estado o sponsors, porque cuando se hacen cosas de calidad, se necesita más dinero y no siempre cierra. Pero también es un círculo, porque cuando se hacen cosas de calidad, el Estado y los sponsors van a querer estar involucrados. Me parece que si todos tiran para el mismo lugar, esto puede funcionar fantásticamente.

– El nuevo teatro amerita una excepción… ¿Paloma en escena?

– (Risas) Es un teatro maravilloso, lástima que no estuviera listo el año pasado cuando me despedí, pero desde mi lugar, que es ayudar a que un espectáculo sea de calidad -que es de lo que estoy más orgullosa en mi carrera, de la ética y de cómo se hacen las cosas- voy a estar siempre presente.