Cualquier duelo entre sanjuaninos contra mendocinos es especial. Diferente. Esperado. Desde la semana previa por cómo lo viven los hinchas, y lo que genera en los jugadores por el aliciente que significa jugar un clásico cuyano. Es que San Martín recibirá esta tarde, desde las 16, a Independiente Rivadavia. Partido que desde el 2011 no se da porque el Verdinegro estuvo en Primera y que a diferencia de los anteriores cruces entre sí, este será únicamente con hinchas locales para evitar incidentes por los antecedentes de gravedad cada vez que cualquier equipo de ambas provincias se enfrentan.
Para el Verdinegro será volver al triunfo tras la caída en Tucumán; mientras que para la Lepra poder ganar por primera vez en el torneo. Para los sanjuaninos ratificar la buena producción del debut con goleada sobre Aldosivi y su misión de ser animador para volver a la elite; en tanto que para los mendocinos cambiar su actualidad en la tabla de los promedios que lo tiene comprometido desde la temporada pasada.
Demasiado en juego. Un plus extra que le dará mayor vertiginosidad y condimentos que todo clásico genera, porque además para quien gane generará un envión anímico y fundamental para este reciente arranque de campeonato que hoy tendrá su tercera fecha.
En lo futbolístico cambia más Roberto Trotta que Daniel Garnero. El entrenador de San Martín dispuso para esta tarde de feriado, el regreso de Iván Pérez, ya recuperado de su molestia en el isquiotibial, en el centro de la cancha para conformar el doble 5 con Mattia como ocurrió en la primera fecha. Quien sale es Mauro Bogado por una modificación táctica, que le aportará al equipo mayor control de pelota y distribución de juego. Mientras que entre los suplentes estarán por primera vez el volante Nicolás Martínez y el delantero uruguayo Diego Martiñones, dos de las apuestas fuertes para esta temporada.
Diferente a lo de Trotta, que cambia los laterales por lesión y recuperación para los ingresos de Walter García y Lucas Parisi. Además de introducir al volante Héctor Cardozo, para jugar con Diego Cardoza como enganche y un sólo punta: Leonardo Carboni, para un sistema más conservador, especulador, y apostando a la contra. No obstante, los clásico son siempre diferentes, en juego está el doble premio: los puntos y el dueño de Cuyo.
