Ernesto Clavijo, uno de los abogados procesado por la Justicia Federal por formar parte de una presunta asociación dedicada a engañar a Aseguradoras de Riesgos de Trabajo en demandas por accidentes laborales, salió a defenderse públicamente. El profesional aseguró que nunca le pidió a un cliente que “tuviera que mentir por una afección” y aclaró que por presiones de la empresa en la que trabajaban todos sus asesorados, desistieron de avanzar con los planteos.

El juez federal Leopoldo Rago Gallo procesó a 4 abogados, Juan Manuel Azcona Beltrán, Agustín Rodolfo Zumel Leaniz, Waldino Fabián Acosta Gómez y Clavijo, a 3 médicos y a un obrero minero, acusándolos de haber cometido ilícitos contra la propiedad, la fe pública y contra el orden público y falsificación de documentos públicos. Les atribuyó el hecho de inventar casos de sorderas de trabajadores caleros para cobrar indemnizaciones de las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART).

Frente a su procesamiento, Clavijo decidió apelar ante la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza y en su defensa argumentó que ninguno de los 22 obreros mineros que asesoró terminó avanzando con los planteos laborales porque 15 iban a hacer demandas, pero por presiones de representantes de la empresa El Volcán, en la que se desempeñaban, decidieron no avanzar. “Hubo amenazas vertidas por las máximas autoridades de la firma, principalmente de su propietario, Joaquín Ares, y de su contador, Zamito, que consistían en advertir que si demandaban por las incapacidades, corrían el riesgo de perder sus fuentes de trabajo”, le dijo el letrado a este diario.

En el escrito de apelación, Clavijo sostiene que lo acusan de “captar clientes concurriendo a diferentes empresas privadas, o personalmente por medio de reuniones o repartiendo tarjetas, como si el hecho de repartir tarjetas personales o reunir a eventuales clientes para informarles sobre sus derechos laborales configurara una maniobra estafatoria”. “Jamás insinué la posibilidad de realizar reclamos por enfermedades o incapacidades laborales inexistentes”, añade.

La denuncia llegó a la Justicia Federal por un planteo del empresario Ares, porque su aseguradora le había subido la póliza un 300 por ciento debido a que la firma se había convertido en generadora de gran cantidad de reclamos indemnizatorios. Ahora, en la mira hay 42 nuevos casos de 3 empresas caleras.