Las horas previas al encuentro entre Argentina y Colombia en Viña del Mar encontraron para los hinchas de ambos equipos un clima ideal, pero también un camino largo y sinuoso hasta el estadio Sausalito.
El Sol limpio, sin nubes alrededor, fue uno de los testigos del paso tranquilo de los hinchas colombianos y argentinos para ver a sus respectivos equipos, enfundados con las camisetas de James Rodríguez o de Lio Messi.
Los argentinos se quejaron de la cuesta en el cerro Sausalito, del esfuerzo en el sendero cuyo destino tuvo al estadio. Algún argentino soltó un “che, ¡esta loma está pronunciada!”, al tiempo que afirmó cada pie para tomar el impulso necesario.
Para un grupo de colombianos, la tarea resultó sencilla, acostumbrados a caminar ese tipo de superficies en su tierra natal. “Estos argentinos se quejan de nada”, le esgrimió un colombiano a otro mientras las luces del estadio quedaron más cerca.
El cantautor Joan Manuel Serrat, reconocido fanático del fútbol cuya pasión por Barcelona de España es sabida, hubiese aceptado con gusto ver Argentina-Colombia porque en cancha estuvo uno de sus jugadores predilectos: Lionel Messi.
Seguramente hubiese hecho a pie el trayecto al coqueto y flamante Sausalito, cantando “Fiesta”, una de sus canciones más emblemáticas y en especial en el fragmento: “Vamos subiendo la cuesta, que arriba mi calle, se vistió de fiesta”, como para amenizar la caminata.
