La capital iraní se dividió ayer en dos, con miles de partidarios del presidente, Mahmud Ahmadineyad, y del líder de la oposición, Mir Husein Musavi, en sendas manifestaciones que volvieron a dejar algunas escenas de violencia.

Al menos siete personas murieron este lunes en enfrentamientos entre milicianos islámicos “Basij” y seguidores del candidato opositor, Mir Husein Musavi, que ha denunciado fraude electoral, informó ayer la radio nacional iraní Payam.

Irán prohibió ayer a la prensa extranjera la cobertura de las marchas o reuniones de manifestantes que apoyan al opositor Musavi. En tanto, el Consejo de los Guardianes iraní rechazó hoy convocar a nuevos comicios tras las denuncias de fraude.