El Senado aprobó anoche a las 0.15 el proyecto de 82% para los jubilados y lo convirtió en ley -si no había cambios en particular- porque ya tenía media sanción de Diputados. Fue después de un debate de más de 10 horas que terminó en una votación empatada en votos por la aprobación y otros tantos por el rechazo. Como se hace en estos casos, el desempate quedó en manos del presidente del Senado, el vicepresidente Julio Cobos, quien desequilibró en favor del proyecto y -nuevamente como con la 125 de la soja- contra la posición que sostenía el gobierno.
La votación arrojó la novedad del voto del senador sanjuanino César Gioja, quien había anticipado el martes que votaría a favor del proyecto que tenía media sanción, lo que le valió ayer fuertes críticas desde dentro del oficialismo provincial porque va en contra del criterio del gobierno de Cristina (ver página 5). Pero a la hora de la votación -que fue nominal, uno por uno, ante una rotura del tablero-, César dijo que su voto era negativo. Su compañera de bancada Marina Riofrío también votó por la negativa, mientras el otro sanjuanino, Roberto Basualdo, votó a favor de la ley.
Se trata de una iniciativa que para el oficialismo costaría en su aplicación más de 30 mil millones de pesos al año y es inviable de pagar, por lo que Cristina Fernández ya había adelantando que vetaría la idea si se convertía en ley, como finalmente ocurrió.
Basualdo y Gioja se anotaron para hablar en una lista de alrededor de 45 legisladores -casi dos tercios de los miembros del Senado- que iniciaron las argumentaciones desde las 14 horas.
Antes de la votación, Gioja aclaró que en el momento de tratar la iniciativa en particular pediría que se replanteen los plazos previstos por la Cámara Baja para obtener los recursos para financiar las nuevas erogaciones, según publicó la agencia DyN.
Previamente, el relevamiento de Parlamentario ponía a Gioja en el grupo de los indecisos, con lo que el sí obtendría en realidad 36 votos contra 34. Además, mencionaba en duda al justicialista por Misiones Luis Viana. Los ausentes, según el mismo sondeo, eran el catamarqueño Oscar Castillo y el riojano Carlos Menem, este último con parte médico por una cirugía de próstata.
La nueva ley que obtuvo media sanción en Diputados el 19 de agosto último, ata las jubilaciones al 82% del salario mínimo, vital y móvil. Esto llevará el haber mínimo de un pasivo a 1.426 pesos (36,4% de aumento).
Anoche avanzaba el tratamiento en particular. Si el Senado no le incluía modificaciones la iniciativa se convertiría en ley, por lo que el Gobierno nacional, según lo anunció en repetidas oportunidades, la vetaría.
Si la norma sufría modificaciones debería regresar a la Cámara baja en segunda revisión. En cambio, si era rechazada, no podría volver a ser debatida una iniciativa similar hasta el próximo año.
El debate fue abierto por el titular de la comisión de Trabajo y Previsión Social, el radical Alfredo Martínez (Santa Cruz), quien defendió el proyecto por entender que el Congreso está avanzando "en una actitud de absoluta justicia para los jubilados".
Martínez argumentó a favor del proyecto porque contempla lo resuelto en los casos Badaro y Sánchez por la Corte Suprema, que fijó la movilidad de los haberes previsionales, y advirtió que "la justicia resolvió lo que la política no pudo".
Desde la vereda opuesta, el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el oficialista Eric Calcagno, afirmó que el 82 por ciento móvil "no se puede pagar con los fondos de la Anses", consideró que el proyecto "plantea un sistema jubilatorio gravoso e ineficaz" y advirtió que "esta ley es peligrosa porque instaura un nuevo sistema de seguridad social", pidiendo tener en cuenta y profundizar el debate sobre sus "efectos y financiamiento".
