Esos gritos en el túnel no fueron casualidad. Los jugadores de Colón se juraron que contra Atlético Alianza era ‘el partido’. Que lo ganaban como fuera y que de la calle Sargento Cabral, el puntero se iba sin nada. Y esa arenga terminó dando resultados porque Colón Junior disimuló sus limitaciones con un enorme corazón y con eso, más la actitud colectiva de todos frenó la marcha ganadora de Atlético de la Juventud Alianza que pareció acusar el desgaste del viaje y el partido del martes en Iglesia. Fue triunfo por 2-0 con goles de Facundo Zárate y de Gastón Domínguez, ambos en el segundo tiempo de un partido demasiado trabado, con mucha marca y con escaso vuelo futbolístico. En ese escenario, el que supo sacar ventajas fue Colón que con Ricardo Marín y Martín Flores como abanderados de la actitud con la que jugaron el partido, terminó por superar a un Alianza que nunca se sintió cómodo en la cancha.
El comienzo fue de Colón y antes del primer minuto tuvo una chance con un tiro libre del Teco Flores que sacó Díaz. Pero ese arranque prometedor se fue cayendo cuando se acomodó Alianza en el medio y dividió la tenencia de la pelota. Sobraron roces, mucha marca y en ese primer tiempo, todo lo que prometían en la previa quedó resumido a la nada.
En el complemento, otra vez fue Colón el que propuso a partir de su entusiasmo. Metieron más sus volantes y se fue llevando a Alianza contra su campo. Pero no sobraban ideas y los pelotazos para Carmona y para Avila se multiplicaron exageradamente. Pero Colón lo quería y a los 17’ pudieron tocar en el medio, le quedó al pibe Facundo Zárate y el orgullo de la Villa El Salvador, metió un bombazo que se le clavó a Jairo Díaz cuando venía achicando. Un golazo. Un premio para la vocación de Colón que desde el comienzo quería ganarlo. Alianza amagó con una tibia reacción pero no tuvo lucidez en Ricardo Avila para armar juego y abastecer a Alaniz y a Roverbal. Así, se empezaron a simplificar las cosas para Colón que se acomodó muy bien en defensa y esperó el momento para liquidarlo. Llegó recién a los 37’ cuando Domínguez acertó ante la salida de Díaz y duplicó la ventaja Merengue que después de un ciclo de amarguras y frustración, empezó a creer que puede otra vez, frenando al puntero.
