Un alentador avance, dentro de lo crítica que es su situación, tuvo ayer la salud del boxeador puertorriqueño Prichard Colón quien fue operado antenoche, luego de haber sufrido un derrame cerebral en la pelea que sostuvo con el estadounidense Terrel Williams.
El púgil boricua está delicado, pero la respuesta, con movimientos de su mano izquierda a los estímulos que realizados por los médicos del Hospital Inova Fairfax de Virginia, Estados Unidos, generó optimismo en su recuperación.
Colón, que hasta el combate del sábado estaba invicto dentro de la división de los pesos welter con 16 victorias, bajó del ring sin inconvenientes, luego sufrió vómitos y se desmayó en el camarín. De allí lo llevaron al nosocomio donde fue intervenido quirúrgicamente.