El proyecto de Silvina Pagés de instalar un negocio de comidas para llevar ya es una realidad desde el lunes pasado, fecha en la que abrió sus puertas al público. "A comerlaaa", está ubicado en un punto estratégico de Rivadavia, avenida Libertador al 3569 (O), en un local identificado por una cocinera esculpida con material desechable en la que Silvina sacó a relucir sus dotes de artista plástica.

José Bailón, es el chef principal, quien se unió a este emprendimiento para ofrecer una amplia propuesta diaria para todos aquellos que por una u otra razón no pueden cocinar.

Desde comidas al instante como milanesas con papitas noisette, punta de espalda al Chardonnay, colita de cuadril, pollo a la portuguesa, guisos caseros, bufete de ensaladas, tartas, tortillas, u otros que demandan algo más de tiempo como machas a la parmesana, truchas, salmón rosado, ravioles negros, trucha arco iris rellena con panceta ahumada, entre muchos otros platos (unos 30 diarios).

Las propuestas con pescados y mariscos abundan ya que el distribuidor "Mar Cantábrico"" provee al local de productos frescos todos los lunes por la mañana.

En platos fríos se destacan los escabeches de pollo, de conejo, de pescado, mermelada de berenjena, vitel toné, entre otros. Esto sin contar que cada día hay una propuesta de comida étnica (árabe, judía, española, italiana), para complacer gustos muy variados.

"La idea es que la gente que no cocina porque no tiene tiempo, o simplemente porque no le gusta, pueda comprar comidas muy elaboradas, de alta gama que son creadas por nuestro chef y sus tres ayudantes de cocina. Se cuida cada detalle para obtener los mejores productos"", explica Silvina quien también tuvo a cargo la decoración del local que cuenta con una cálida entrada para que los clientes disfruten de los minutos que deben esperar.

También se puede solicitar un menú especial con anticipación como chivito a las llamas, calamares rellenos, por citar un par de ejemplos, o bien locros, pastelitos, humitas, para fechas especiales. En pocas palabras, no falta nada para complacer el buen gusto por la cocina.