Apareció el fútbol del campeón, el tiki tiki, ahora de Lavorante. Apareció el fútbol al que Trinidad nos tenía acostumbrado. El León, que hace 5 fechas que no pierde, venció ajustadamente 3-2 a Villa Obrera. La Villa, sin fútbol, pero con la entrega y sacrificio de siempre, esa que lo destaca, estuvo ahí del empate.
Al minuto Andrés Carrizo, de cabeza, abrió el partido. Trinidad de la mano de Costa y Muñoz encontró fútbol, el que le gusta a la gente. La Villa no tuvo una identidad clara de juego, tampoco, inteligencia para resolver cada jugada. Y el León ni lerdo ni perezoso llegó al segundo con un cabezazo de Salla.
La Villa con mucho amor propio sobre todo de Sánchez descontó con un penal convertido por Aballay (figura). No duró el festejo, porque más tarde Salla puso el 3-1. Jugado por jugado, con Soria parado de nueve, Villa Obrera descontó otra vez por un penal anotado por Aballay. La Villa lo buscó, pero le faltó tiempo, Trinidad sufrió, pero rugió fuerte al fin.
