"Mi idea táctica preferida es el 4-2-1-3 con un clásico enlace generando juego al estilo Pablo Aimar. Soy de buscar siempre la mejor opción para agredir al rival, pero tampoco me gusta ser ingenuo". Con esa frase se presentaba Darío Franco a mediados de junio cuando tomó el equipo y definió su filosofía de juego. Luego la puso en práctica en todos los amistosos en los que Diego Nadaya fue el enganche (es delantero pero el DT no tenía un jugador para esa ubicación). Posición que mantuvo incluso hasta cuando probó con el 3-3-1-3 que también utilizó durante la pretemporada. Los dos sistemas que más lo seducen, más allá que desde la segunda fecha apostó por el 4-1-2-3 que nunca más cambió. Dibujo que parece caerse para recibir el domingo a Unión como consecuencia de los tres juegos sin triunfos, haber dejado la punta, y no tener respuesta para revertir el momento.

Luego de ver los posibles cambios que introduciría Franco, y sobre los que en Rosario ya había adelantado que iban a ocurrir, aparece nuevamente el enlace que tiene nombre: Mariano Messera. Quizá el jugador de mayor experiencia y que provocaba para muchos una gran ansiedad por estar en el banco de suplentes. Es decir que el entrenador se retrotraerá a los ensayos de pretemporada y el enganche parece ser una fija para el domingo. Además de poner tres atrás, es decir apostar con el 3-3-1-3 que siempre fue su plan B, con el que terminó jugando en Rosario ante Tiro Federal en su último compromiso, pero al que nunca lo propuso desde el minuto inicial.

La única vez que San Martín arrancó con enganche fue en el debut ante San Martín de Tucumán, con un sistema de 4-2-1-3 en Concepción, y que terminó con un empate que dejó incógnitas, pero que debido a ser el primer compromiso, no pasó más allá de eso. Ese día, el 8 de agosto, Nadaya fue el enganche pero su rendimiento fue pobre y Franco lo reconoció: "Diego (por Nadaya) no es un enganche clásico, pero igual sigo confiando en lo que puede dar. Para que él se sienta cómodo como delantero es que necesitamos de un enganche típico y espero que se pueda dar la contratación que buscamos". Así dejó en evidencia la urgencia de un enganche para poder hacer su juego.

Llegó Messera y Martelotto, dos clásicos enlaces, pero ambos no estaban bien y su puesta a punto demoró mucho. Encima en la segunda fecha tuvo que ir a visitar a Central y todo cambió. A partir de allí apareció el 4-1-2-3. "Con este sistema buscamos tener una mayor tenencia del balón. El domingo (en referencia al juego anterior), además de estar por momentos imprecisos, no pudimos controlar la pelota y entonces se complicó todo. Teniendo tres volantes en el medio busco que seamos nosotros los que manejemos el balón", explicó el DT sobre la variante estructural. Ante Central hizo un gran partido (empató) y por ello Franco no tocó más el dibujo.

Ello se apoyó en que en las siguientes 7 fechas ganó 6 y sólo tuvo la derrota ante Chacarita, se posicionó en lo más alto de la tabla y llegó a sacarle tres puntos de ventaja al resto.

Pero en las últimas tres jornadas tuvo dos derrotas y sólo sumó en el empate ante Tiro Federal. Ello fue un llamado de emergencia. Porque los rivales le encontraron la vuelta a su propuesta, el verdinegro se quedó sin respuestas para contrarrestarla y perdió la punta de la tabla.

Todo ello hizo que Franco repensara su estrategia y por lo visto en la práctica y lo expresado por el técnico, se viene un nuevo San Martín, con enganche como a él le gusta, manteniendo los tres volantes que manejen el balón como es su filosofía, dándole continuidad al tridente ofensivo, y defendiendo con línea de tres que por momentos puede ser de cuatro y del 3-3-1-3 que se viene, pasar al 4-2-1-3 que siempre admiró y nunca pudo volver a utilizar.