Los festejos en la noche y la madrugada volvieron a tener dos escenarios convocantes y la formación de improvisadas pistas de baile entre los parrilleros, fue el común denominador en Palmar del Lago, en Ullum, y en el camping del Dique Lateral, en Zonda, al lado de Villa Tacú. Gracias a esos circunstanciales DJ, ambos lugares se tornaron en boliches a la luz de la Luna, en los que, pese a los controles policiales, no faltó el alcohol.

En Zonda, las polvorientas calles de tierra que llevan al camping eran un hormiguero de chicos que iban y venían y de autos más cuatriciclos que levantaban cortinas de polvo. Ya dentro del complejo, los jóvenes que ponían música se distribuían por todos lados y no importaba si con quienes bailaban eran o no sus amigos, la onda era sumarse a quien generaba los sonidos más contagiosos. Lejos de los grabadores de hace unos años, ahora las mesas de cemento del camping literalmente eran bandejas de DJ, con notebooks conectadas a mixers, etapas de potencia, cajas de parlantes, flashes y luces de colores.

Uno de los que más gente reunió fue Federico Rojas (19), quien contó que estaba desde la tarde poniendo música y que iba a tratar de hacer bailar a la gente. En este camping, pese a los controles, fue evidente el consumo de alcohol, con chicos y chicas que tomaron desde fernet, cerveza y vino en tetra brick hasta algunos que brindaban con mojitos. Según informaron desde boletería, hasta las primeras horas de ayer habían ingresado 4.000 personas al lugar.

En Palmar del Lago, el panorama de cuasi boliche al aire libre era similar, aunque menos desenfrenado. De acuerdo al personal de boletería, hasta la medianoche habían ingresado unas 600 personas. También con música de consola y haces de luces que se mezclaban entre la arboleda, unos amigos del barrio Mercedario, Chimbas, se mostraron como los más bulliciosos, mientras que bajo otro parador, a varios metros, otros chimberos del barrio 1ro de Noviembre armaban unos soportes para colgar las luces inteligentes.

En Palmar del Lago se notó también menos chicos tomando alcohol. La diferencia fue que para llegar allí había que sortear dos controles policiales, mientras que para acceder al Dique Lateral sólo uno. De acuerdo al jefe de Policía, José Luna, la previa nocturna no tuvo incidentes ni detenidos, pero sí decomiso de alcohol y 38 vehículos radiados.