Andrea y José reconocen que la llegada de un nuevo integrante a la familia ha sido y sigue siendo “una tarea dura para la pareja” porque la pequeña Pia requiere de cuidados especiales, por su corta edad, como los que requiere Mili, que como no puede caminar, el aseo personal, ir al baño, llevarla a dormir o trasladarla a la escuela o a sus terapias, implica un doble esfuerzo para la joven madre. También suma, que las cápsulas que toma a diario la niña son grandes y suele ser dificultosa su ingestión por sus problemas para tragar.
