La televisión ha evolucionado rápidamente en los últimos años y aunque han aparecido nuevas formas de comunicación y entretenimiento, el televisor sigue siendo el dispositivo principal dentro del hogar. Sin importar qué tipo de uso se le da al televisor, como mirar televisión por cable, reproducir películas o utilizarlo para ampliar los contenidos del portátil o la tableta, la mayoría de los usuarios prefieren pantallas cada vez más grandes y con mayor calidad. Por eso, a la hora de elegir un nuevo televisor, es importante conocer qué tecnologías están disponibles y qué tamaños se adaptan mejor al lugar donde estará el nuevo equipo.

LCD, LED y Plasma


LCD: las más económicas, pero su sistema de iluminación crea colores de baja calidad, que tienden a parecer irreales. Es muy notorio con los negros, que parecen grises.

LED: si bien son pantallas de LCD, se las conoce como LED porque utilizan esta tecnología para iluminar sus imágenes, lo que permite colores y negros más realistas, aunque a un precio más caro.

Plasma: cada vez menos presentes en el mercado, ofrecen los mejores contrastes y negros pero son más caros y difíciles de conseguir que las otras opciones.

OLED: Utilizan un tipo de LEDs orgánicos. Basan todo su sistema de reproducción en LEDs (no sólo la iluminación). Permite mayores contrastes, mejores negros y ahorrar energía. Son las más costosas.

Tamaño

Una de las dudas al comprar un nuevo televisor es el tamaño de la pantalla. Existe una operación matemática que sirve para calcular el tamaño óptimo, máximo y mínimo, que debería tener la pantalla que se piensa adquirir. Para calcularlos se debe medir la distancia entre donde se pondrá el televisor y el lugar desde donde será observado, pasar esa distancia a pulgadas y dividirla por 3 para obtener el tamaño mínimo recomendado, y por 1,5 para el tamaño máximo. Por ejemplo, para una distancia de 2 metros (200 centímetros) entre el televisor y el sillón, se convierte esa medida en pulgadas (dividiendo por 2,54) y se obtiene un valor de aproximadamente 78 pulgadas. Luego, el tamaño máximo recomendado para la pantalla será de 52 pulgadas (78 dividido por 1,5) y el mínimo será de 26 (78 dividido por 3).

720p, 1080p y 4K


Los televisores HD tienen resoluciones 720p y 1080p. Los UltraHD, la próxima generación, 4K. Por ahora, elegir un televisor 4K no tiene mucho sentido ya que la cantidad de contenidos producidos para esa calidad es muy poca. En cuanto a las resoluciones HD, los televisores 720p tienden a desaparecer del mercado mientras que los de resolución 1080p son cada vez más frecuentes. Con una resolución de 1080p se puede apreciar todo el potencial de la resolución de los Blu-Ray, de los streaming de mayor calidad (HQ de YouTube), y la máxima calidad que pueden ofrecer las consolas de las últimas dos generaciones.

SmartTV


Por el momento, los SmartTV no están tan desarrollados como se podría esperar. El software incluido en este tipo de televisores es poco intuitivo y las interfaces no son muy buenas. Además, las aplicaciones que se han creado no suelen ser suficientes para satisfacer las necesidades del consumidor.

3D

El 3D parece no terminar de convencer a los usuarios. Ya sea por la poca disponibilidad de títulos y contenidos, o por la incomodidad de usar gafas para mirar la televisión, además del precio extra, su éxito nunca ha llegado se ha afianzado. Pero, sigue siendo una tecnología que muchos protagonistas de la industria ofrecen en sus últimos televisores, y llegado el caso, se puede comprar una pantalla con capacidad 3D aunque esta no se utilice con tanta frecuencia.