‘Bety’ mamó desde chiquita lo que es trabajar en un almacén. Aún recuerda cuando tenía un poco más de 2 años y su papá la ponía en una sillita detrás del mostrador. Desde entonces esa experiencia marcó su destino, tanto, que al cabo de los años empezó a ejercer por su cuenta esa actividad que le ayudó a ganarse el pan. A lo que nunca se acomodó ‘Bety’ fue a los robos, en su comercio, en su casa, en esa renoleta (Renault 6) que desde 20 años atrás fue, en la práctica, sus propias piernas. Es que la comerciante, por problemas de salud, tenía en ese vehículo que nunca le falló, un aliado clave para su trajín diario. Hasta ayer en la madrugada, cuando los delincuentes intentaron robarle la batería por tercera vez en este año y, al no conseguirlo, le prendieron fuego.
Fue así: Beatriz Martín (54) contó ayer que para evitar que siguiera robándole la batería la aseguró en su renoleta. Y todo indica que por esa imposibilidad, al menos un ladrón arrojó nafta en el interior del vehículo y le prendió fuego.
Todo pasó alrededor de las 4,15 de ayer frente a la casa que la damnificada tiene en la manzana ‘E’ del barrio Area 2, en Caucete.
La misma ‘Bety’ recordó ayer que ella misma y sus vecinos sumaron esfuerzos para poder controlar ese siniestro que consumió todo el interior de su renoleta y dejó serios daños en el resto de la estructura del vehículo.
‘Llamamos pero los bomberos nunca llegaron, gracias a mis vecinos, como siempre, pudimos controlar las llamas. Es muy triste todo esto, porque uno siempre lucha y tiene que soportar que no te dejen vivir’, dijo la comerciante.
Y agregó: ‘yo nunca me metí con nadie pero desde que vivo en este barrio, hace 30 años, sufro robos en mi casa donde me rompieron las rejas, en el negocio y en este año era la tercera vez que intentaban robarme la batería pero como no pudieron porque le puse una seguridad me tiraron nafta y me la quemaron’.
El problema del incendio en el vehículo tiene un agravante: ‘Bety’ tiene problemas de salud que la complican cuando tiene que caminar y por eso el incendio fue mucho más dañino.
