Quiere ser ingeniero electrónico, por eso en la secundaria eligió una orientación social antes de entrar en la frialdad de los números. Rodrigo Giménez es un alumno de 16 años del Colegio Central Universitario que en poco tiempo logró, junto a sus grupos, reconocimientos por dos trabajos que presentó en concursos nacionales, tan distintos como su capacidad para resolverlos. Uno fue sobre nanotecnología, organizado por la Fundación Argentina de Nanotecnología, y otro sobre un cortometraje de un taller de discapacitados, tras una selección regional del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).

El trabajo sobre nanotecnología (control y manipulación de la materia a nivel de átomos y moléculas) fue una recopilación de pruebas científicas sobre tratamientos contra el cáncer. Lo hizo junto a Constanza Segovia y como premio ganó $5.000 para compra de material de laboratorio para su colegio y un viaje a Bariloche, para visitar el Centro Atómico y el Invap, una empresa dedicada al diseño y construcción de sistemas tecnológicos.

Pero además, también presentó un proyecto junto a sus amigas Yamila Bula, Agostina Poblete y Agustina Las Peñas, sobre el guión de un documental referido al trabajo de una agrupación que tiene un taller inclusivo, convocado por el INCAA sobre proyectos de cortometrajes documentales realizados por estudiantes secundarios de todo el país. El proyecto fue preseleccionado y ganó como premio una capacitación del INCAA en Buenos Aires.