Buenos Aires, 15 de septiembre.- Con la dimisión del juez Carlos Fayt, que se hará efectiva a partir del 11 de diciembre próximo, el máximo tribunal de justicia de la Nación queda conformado por sólo tres miembros: su presidente Ricardo Lorenzetti, la jueza Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda.

Ante la inminencia de las elecciones presidenciales, todo parece indicar que las vacantes recién serán cubiertas por el próximo Gobierno, lo que abrirá una instancia de negociaciones.

Mientras tanto, sólo queda la posibilidad de recurrir a los conjueces designados para actuar en el máximo tribunal, en caso de discrepancias entre los tres ministros.

A partir de la salida de Raúl Zaffaroni, que se produjo en diciembre pasado cuando cumplió 75 años, y tras las muertes de Carmen Argibay y Enrique Petracchi; el tribunal quedó con cuatro miembros, uno menos de los previstos por la ley. Ahora será una Corte de tres, lo que obligaría a cubrir las vacantes.

Desde la Corte siempre explicaron que se podrá nombrar un conjuez para desempatar en aquellos expedientes en los que Lorenzetti no consiga la mayoría. En mayo pasado, a instancias de la presidenta Cristina Kirchner, el Senado aprobó un listado de conjueces que está encabezado por el jurista Carlos Arslanian.

La regla es que en caso de empate, se recurrirá al sistema de conjueces: un camarista federal que deberá ser sorteado para intervenir en el caso, o en su defecto los designados en la lista.

En la Corte explicaron que el reglamento que regula el funcionamiento de la justicia nacional, el conjuez que eventualmente se designe, será nombrado para intervenir en un caso concreto. Es decir, no integrará el tribunal en forma permanente.

En 1994, la reforma constitucional estableció que el Poder Ejecutivo, para poder nombrar a un ministro de la Corte, necesita contar con el voto favorable de los dos tercios de los senadores.

Fuente: Minuto Uno