Ayer, este diario consultó a varias escribanías del medio y en todos los casos argumentaron la complejidad legal que reviste muchas de las tierras que se encuentran en Calingasta, Iglesia, Jáchal o Valle Fértil, porque en la mayoría de los casos carecen de ‘títulos perfectos‘ y arrastran juicios sucesorios que enredan habitualmente la venta.