Centenares de venezolanos copaban ayer las tiendas de electrodomésticos anticipando que la devaluación recién decretada dispare los altos precios en el país, azotado por la inflación más alta del continente.

En los centros de comercio se veían largas filas de personas esperando para comprar equipos de sonidos, computadoras, televisores y todo tipo de aparatos electrónicos, en un país donde el afán consumista contrasta con el “socialismo” que quiere implantar el presidente Hugo Chávez desde hace 11 años.

“Hice dos horas de fila en la entrada de la tienda para comprar un televisor y dos cornetas (altavoces) porque seguro que el lunes todo amanece al menos al doble del precio actual”, dijo Miguel González, un ingeniero de 56 años.

Al menos unas 150 personas esperaban para ser atendidas en esa tienda, ubicada en el centro de Caracas. Algunos despotricaban gritando ¡Viva Chávez!, !Sigan votando por Chávez!, !A comprar, a comprar que el mundo se va a acabar!. Otros transeúntes gritaban insultos contra el presidente.

Hasta el viernes, el tipo de cambio fijo único que regía para todos los rubros era de 2,15 bolívares/dólar, desde el 2005, en medio de un control de cambios impuesto hace casi siete años. Sin embargo, en el activo mercado negro o paralelo la cotización ha llegado hasta 7 bolívares/dólar.

El militar, que resistió por mucho tiempo elevar la tasa de cambio y había asegurado que el país saldría airoso de la crisis financiera mundial, nunca mencionó la palabra devaluación y los medios oficiales han hecho lo propio en sus transmisiones.

El importante anuncio económico de Chávez ocurrió por la noche, mientras muchos venezolanos veían partidos de béisbol, unos de los deportes favoritos en el país caribeño.