Juan ya había leído que la actividad física es fundamental para bajar y controlar los niveles de la glucemia y no agravar el estado de la diabetes, pero ayer lo comprobó personalmente. Antes de comenzar la caminata tenía 152 mg de azúcar en la sangre y cuando terminó el ejercicio ese nivel se redujo a 76 mg. Este hombre de 59 años es diabético desde el 2008 y, según sus palabras, recién está tomando consciencia de cómo cuidarse. Es por eso que ayer participó de la caminata que se realizó en el Parque de Mayo en el marco de las V Jornadas Nacionales de Diabetes. Unas 250 personas participaron de este evento.
A modo de broma, y sin poder ocultar su alegría, Nilda preguntó si el aparato para medir la glucemia no estaba ‘arreglado‘. Es que después de caminar su nivel de azúcar en la sangre también se redujo a la mitad. ‘El diabético tiende a negar la enfermedad y, por consiguiente, no se cuida. Hoy comprendí que realmente es necesario hacer 30 minutos diarios de ejercicio como mínimo. Es algo simple y gratis, sólo hay que ponerle voluntad‘, sostuvo la mujer que en febrero pasado le diagnosticaron diabetes.
La caminata alrededor del parque duró media hora, pero los participantes siguieron con los ejercicios hasta después de la elongación final, en vista de los resultados positivos de la actividad. Cuando los profesores a cargo dieron por finalizada la jornada deportiva, muchos hombres y mujeres se quedaron bailando al ritmo de la música que salía de los parlantes.
No sólo los diabéticos participaron ayer de esta caminata, también lo hicieron quienes decidieron cuidarse para no padecer esta u otra enfermedad y tras el consejo de sus médicos que les recomendaron el ejercicio físico como la mejor estrategia para mantenerse saludable.
