El desconocimiento y en algunos casos el afán de lucro, han hecho que se vendan como vitaminas sustancias que en realidad no lo son. La razón es que, o no son relevantes para el metabolismo o el organismo puede sintetizarlas en cantidades suficientes para cubrir los requerimientos.
Muchos de estos productos no sólo no poseen los efectos que dicen tener, sino que además un gran porcentaje de ellos son peligrosos para la salud.
Algunas de estas supuestas vitaminas son:
Vitamina F: En realidad se trata de dos ácidos grasos, el linoleico y el linolínico. El cuerpo no puede sintetizarlos, y son necesarios para el metabolismo celular, pero no son vitaminas. Se encuentran en mayor o menor proporción en todas las grasas naturales.
Vitamina B15 o ácido pangámico: Es una sustancia presente en la mayoría de las semillas, pero irrelevante para el organismo. Aunque en la Argentina, se venden sin problema y sin receta la FDA (organismo norteamericano encargado del control alimentario) prohibió su venta en los Estados Unidos, porque se comprobó que puede ocasionar cáncer.
Vitamina B17 o amigdalina: Además de no ser una vitamina, ni tener un papel metabólico en el ser humano es una sustancia muy tóxica, ya que cuando se deposita en el estómago desprende cianuro.
Su ingestión relativamente prolongada puede provocar no sólo gravísimos problemas digestivos, sino también la muerte.
A pesar de que su venta está mundialmente prohibida, todavía se comercializa como una vitamina que ayuda a evitar el cáncer.
Vitamina M: Aunque se la comercializa diferente y dice poseer efectos distintos, es lo mismo que ácido fólico.
Vitamina B13 o ácido orótico: No es una vitamina y además el cuerpo genera la cantidad necesaria.
Inositol: Esta sustancia es una vitamina para algunos insectos y bacterias, sin embargo el cuerpo humano produce todo lo que necesita.
Debido a que los ratones pierden el pelo si su dieta no contiene inositol muchos productos para prevenir la calvicie o hacer crecer el cabello lo contienen, pero esto es sólo un mito, ya que no produce ningún cambio en el cuero cabelludo.
Acido para-amino benzoico (PABA): Es esencial para algunas bacterias, pero totalmente innecesario para el ser humano.
Lecitina: Es un fosfolípido con propiedades emulsionantes, que se utiliza como aditivo alimentario. El organismo sintetiza todos los fosfolípidos que precisa. La lecitina se vende como una sustancia adelgazante, pero en realidad es una grasa. Por esta razón aporta calorías, es decir que engorda.
Carnitina: No es una vitamina. El organismo puede fabricar toda la que requiera.
Taurina: Esta sustancia es esencial para los gatos y para los bebés recién nacidos (la leche materna de los seres humanos contiene m s que la de otras especies).
Para los niños y para los adultos es absolutamente innecesaria.