Por primera vez en la historia del andinismo, un niño de 9 años intentará hacer cumbre en el monte Aconcagua, que con 6.962 metros constituye el pico más alto del continente americano.
El riesgoso desafío se inició luego de que su padre y acompañante, Kevin Armstrong, obtuviera un permiso especial de la Justicia mendocina. Oriundo del Estado norteamericano de California, Tyler Armstrong junto a su joven padre de 30 años está realizando el ascenso acompañado de guías de montaña mendocinos.
El niño escalador dijo a la prensa que se preparó para alcanzar el objetivo y aseguró que la parte más excitante de la iniciativa será ‘cuando llegue a la cumbre y pueda obtener el récord mundial‘. Armstrong padre tramitó y obtuvo un permiso especial de la Justicia provincial para intentar llegar a la cumbre con su hijo porque la reglamentación en vigencia sólo permite autorización para mayores de 18 años.
El padre, de nacionalidad inglesa pero radicado desde hace años en California, argumentó ante la Justicia que su hijo Tyler cuenta con la experiencia de haber escalado con él los montes Kilimanjaro, de 5.895 metros en Tanzania, y el Whitney con 4.421 metros, la cumbre más alta de EEUU.
Daniel Gómez, director de Recursos Naturales del Ministerio de Medio Ambiente que administra la actividad recreativa y deportiva en el Aconcagua informó que ‘se trata de la segunda autorización judicial a un menor ya que en 2008 un menor de 11 años, Jordan, escaló hasta la cima con sus padres, también californianos‘.
“Hasta el momento no nos hemos comunicado, porque el plan de ascenso se arma según las condiciones climáticas y deben estar en la instancia preliminar, definiendo si siguen por (la ruta) “Falsos polacos” o se desvían a la ruta normal. El permiso se extiende por 20 días, contemplando inconvenientes, aunque seguramente por las condiciones meteorológicas favorables podrían completar el ascenso en 12 a 15 días”, dijo Antonio Ibaceta, jefe de la Patrulla de Rescate de Alta Montaña.
El desafío de Tyler ha tenido repercusión en varios medios internacionales, que cuentan que fue el pequeño quien convenció a su padre de introducirse al montañismo. Kevin admitió no sólo que fue idea del chico, sino que se cansa tratando de mantenerse al día con él.
“Nunca soñé que estaría haciendo esto. Odio el frío, por lo que Tyler me llevará a lugares que nunca pensé que iría”, dijo el padre del niño, que tiene una página con sus fotos en internet (topwithtyler.com). Al pequeño le gustan los desafíos y ya les expresó a sus familiares su deseo de subir el monte McKinley (con 6.194 metros), en Alaska, si logra la cumbre del Aconcagua, la montaña más alta de América.
Además de alcanzar la cumbre del techo de América, Tyler tiene una misión solidaria, y es la de ayudar con su expedición a recaudar dinero y concientizar sobre la enfermedad de Duchenne, una forma de distrofia muscular que afecta a 300.000 niños en todo el mundo.
