Vaticano, 28 de junio.- El papa Francisco retomó hoy sus actividades en el Vaticano con el rostro cansado, pero sonriente, al recibir en audiencia al presidente de Madagascar, Rajaonarim Ampianina,luego de cancelar ayer su visita al Policlínico Gemelli, por una nueva indisposición.

El coloquio privado en la sala de la Biblioteca duró 10 minutos, ante la presencia de un intérprete francés.

El Pontífice, que tenía también un poco de tos y habló con voz muy baja, saludó luego a la numerosa delegación, entre los cuales se encontraban los cinco hijos del presidente del país africano.

El presidente de Madagascar regaló al Papa una pequeña cruz pectoral de oro y el Pontífice le entregó un objeto de bronce, con la vista del proyecto original de la basílica vaticana y una copia de su exhortación apostólica "Evangelli gaudium".

Por la mañana, recibió en audiencia al cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los obispos y más tarde recibió en audiencia a la delegación del Patriarcado ecuménico de Constantinopla y al presidente del Consejo pontificio para los operadores sanitarios.

"Está vivo en mi mente y en mi corazón el recuerdo de los encuentros que mantuve recientemente con el amado hermano Bartolomé", afirmó el Pontífice, consignó la agencia ANSA.

Francisco evocó los recientes encuentros, tanto en Tierra Santa como en el Vaticano, con el patriarca ecuménico de Constantinopla durante la audiencia a la delegación de la "Iglesia hermana", llegada a Roma en ocasión de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Paolo del 29 de junio.