El jefe del área de Ecografía del Hospital Guillermo Rawson, el médico Horacio Felipe de Arrascaeta, fue detenido minutos antes de las 15 de ayer en una suerte de consultorio clandestino en su casa de Aberastain 672 Sur, Capital, cuando pretendía practicarle un aborto a una mujer de 35 años, madre de dos chicas y embarazada de 10 semanas de gestación, dijeron fuentes policiales. La propia mujer que no quiere perder a su bebé, denunció todo ante los policías de Seguridad Personal de la Brigada de Investigaciones, y no dudó en usar una cámara oculta aportada por los pesquisas para registrar la maniobra, dijeron fuentes policiales.
El profesional fue apresado tras una corta resistencia cuando la joven estaba sobre una camilla. En el operativo, también detuvieron al novio de la denunciante, un preventista de 26 años identificado como Rubén Torres, señalado como principal impulsor de la maniobra pues no quería que su hijo naciera, dijeron.
Según las fuentes, Torres comenzó a insistir con el aborto cuando supo que su pareja en los últimos 6 años, estaba embarazada. ‘Días atrás le dio una pastilla que ella simuló tomar para que perdiera a su hijo. Como vio que no había surtido efecto, buscó al médico’, aseguró una fuente de la investigación.
Un total de $5.000 habría sido el importe acordado para realizar el legrado. Aunque de ese dinero sólo se había entregado una parte, unos $3.000, indicaron.
Esa plata, medicamentos contraindicados para embarazos, instrumental quirúrgico típico usado para abortos, la versión de la denunciante que quiere tener a su hijo y la cámara oculta, son ahora las pruebas que prometen complicar la carrera del profesional.
Informalmente, el médico negó de plano cualquier relación con la maniobra que le imputan, pero los pesquisas aseguran que está bastante complicado e incluso sospechan que no es la primera vez que lo hace.
Como el legrado no se consumó, el delito a investigar quedó en grado de tentativa. Y es excarcelable, indicaron voceros del caso.
