Independiente, mostrando la habilidad y efectividad de Francisco Pizzini, autor de los dos goles, derrotó 2-0 a Belgrano de Córdoba y clasificó a los octavos de final de la Copa Argentina de fútbol.

El partido, que se jugó en cancha de Banfield, largó con un ritmo intenso. Y fue Belgrano el que se mostró más despierto para llevar peligro al arco rival. Es que Independiente intentó tener el balón en la zona media, pero la criteriosa marca de los cordobeses hizo que los Rojos perdieran rápido la pelota y quedaran desacomodados en el retroceso.

A medida que fueron pasando los minutos, el Rojo se fue acomodando y entonces sí alcanzó mayor protagonismo. Por eso pasando los 20’ el hábil de Pizzini tuvo dos chances pero ambas las neutralizó Olave, tirándose para despejar. Hasta que en la tercera el arquero de Belgrano nada pudo hacer. Es que, a los 25’, Pizzini sacó un fuerte tiro cruzado, al agarrar la pelota casi de sobrepique, y marcó un golazo.

Belgrano sintió el impacto y se fue decidido a igualar. Lo tuvo con un cabezazo de Farré pero falló. Después con un tiro de lejos de Velázquez, pero respondió muy el arquero Rodríguez. Y en la tercera chance, Pereyra no pudo cabecear con el arco desguarnecido. A estos el Rojo se las arregló para contratacar con peligro, por eso el partido fue siempre interesante hasta el final de la primera etapa. Eso sí, Independiente siempre mostró un juego ofensivo, de ahí que se fue en ventaja al descanso.

El complemento largó con el mismo ritmo. Intenso, siempre. A los 2 minutos, el “Picante” Pereyra se comió el empate al cabecear alto un centro que lo encontró sin marcas en el área. Pero pasó como siempre dicen: “Los goles que errás en el arco de enfrente, los terminás sufriendo en el propio”. Es que apenas un minuto después, otra corrida de Pisano por derecha terminó en centro de éste para Pizzini que, con un derechazo sutil, aumentó el tablero (2-0) para Independiente.

Fue una estocada dura para el equipo cordobés. De ahí que el partido perdiera en intensidad. Por un lado porque el Rojo dejó de ir tanto en forma frontal. Y, por el otro, porque Belgrano se fue más en intensiones que en llegadas concretas.

El flamante DT del Rojo, Almirón, empezó a realizar variantes y el equipo se oxigenó. A esto, Belgrano tomó definitivamente las riendas del juego y atacó en forma permanente. En los últimos cinco minutos, el “Picante” volvió a fallar en dos momentos clave. Por el paso del tiempo fue inexorable, hasta que llegó el final con la victoria del Rojo, que pasó a los octavos de final.

Los 16vos. de final del torneo, que brinda como premio al campeón un pasaporte a la Copa Libertadores, se cerrarán el martes 5 de agosto con Banfield-Quilmes.