Cambian los nombres, pero la idea de juego es la misma. De los once que ayer paró de movida Garnero en el primer amistoso de pretemporada de San Martín se repitieron sólo cinco de los que ascendieron en La Plata, pero igual la premisa como equipo no se modificó en nada. Ser una formación compacta, luchadora y que haga del oportunismo una de sus principales armas, continúa siendo el "a-b-c" del Verdinegro. Fue un 1-0 claro ante Independiente Rivadavia, en Mendoza, y ante poco más de 1.500 espectadores. Resultaron cincuenta minutos de juego para ir ablandando piernas después del tramo más fuerte de pretemporada y para que los "nuevos" adopten como propio el sistema de Garnero. Sin dudas, que el saldo negativo pasó por la lesión del volante Raúl Quiroga, quien podría tener algo más que una distensión en su rodilla derecha.
Como ya es costumbre el 4-4-2 de San Martín resultó una marca registrada, en este caso con el coqueto y remodelado Malvinas Argentinas de escenografía. Desde ahí el equipo sanjuanino dominó balón y tiempos del encuentro. Como suelen imponer los equipos ya armados, se jugó a lo que dictó el Verdinegro. Por momentos, los menos, hubo vértigo de tres cuarto de cancha en adelante; y en otros, la mayoría, fue el toque la marca característica y la paciencia para esperar el error rival. Se notó en ese sentido un Maxi Núñez atrevido, encarador y con una velocidad que hace ilusionar. Un Roda que se movió a lo Penco (el goleador está con una contractura, pero igual no podrá estar en el debut por suspensión) y que contó con dos chances netas para marcar: la primera al minuto de juego, con un derechazo que elevó demasiado y la segunda, a los 28′, con un frentazo que marró por poco.
Pese a tener enfrente un rival como la Lepra ya con tres amistosos encima, las diferencias de ritmo no se notaron. Sí quedó claro que uno es un equipo conformado en su premisa de juego y el otro, el equipo de Ghiso, en plena gestación. Sólo una diagonal peligrosa de Gómez, con remate apenas cercano al palo izquierdo de Pocrnjic, trajo algo de peligro para el arco sanjuanino.
Con el paso de los minutos, San Martín se fue parando cada vez más adelante en el campo y si no llegó antes a abrir el marcador fue por la falta de puntería en los metros finales. Pero la mira se enderezó para el petiso Núñez quien metió un derechazo terrible desde 25 metros a los 36′ para marcar el tanto del triunfo. La violencia de su remate permitió que el balón tras pegar en el travesaño y picar sobre la línea se terminara metiendo, haciendo inútil la estirada de Taborda. Los quince finales del amistoso sirvieron para que San Martín manejara todavía más a placer el trámite del encuentro. Aceleró y desaceleró cuando quiso. Justamente en una llegada a fondo, ya a los 43′, Núñez mandó un centro que Poggi de cabeza envió desviada.
Seguramente buena parte de los nombres que ayer jugaron a primer turno en el Malvinas serán la base para el estreno contra Tigre. Lo importante y el saldo más positivo pasa por saber que este San Martín tiene en claro su objetivo dentro de la cancha. Como pasó en la temporada de la B Nacional sabe esperar su momento y herir a fondo al rival. Una muestra clara de que el equipo supera las individualidades es que ayer entre Bustos y Cantero formaron un buen doble cinco, sin dudas la parte del campo de juego donde el equipo más perdió con las salidas de Alderete y Videla. Ahora quedan poco menos de dos semanas para seguir ajustando detalles, pero está claro que el libreto es uno y todos lo tienen bien conocido.
