En La Boutique, los lujos no sobran. Para hacer pie en la cancha de Villa Obrera hace falta actitud y personalidad y eso fue lo que le sobró a San Martín de Rodeo para terminar llevándose un punto de oro tras jugarle de igual a igual al equipo de Magallanes que conoce todo en esa cancha, hasta los pocitos. Así, en un partido intenso, son mucha marca y dientes apretados, demostrando que en este Federal B no alcanza siempre con jugar bonito. Fue 1-1 merecido y justificado por los dos. En la Villa, el mérito fue siempre ir al frente y buscar con sus argumentos que son bandera, mientras que los iglesianos dejaron clarito que la categoría no les queda grande y que cuando pueden jugar, intentan hacerlo.
De entrada, la sorpresa fue de San Martín que lejos de meterse contra su arco, salió a plantearle la pelea en el medio y con mucha presión, le dividió la posesión a Villa Obrera anulando ese primer pase que en una cancha tan reducida siempre lastima. Todo fue parejo hasta que la Villa se reacomodó y empezó a buscar por la derecha con Kevin Abaca. A los 8’ y a los 21’ llegó vacío pero definió mal. San Martín respondió con la velocidad de Lucas Giménez y a los 30’ generó una chance clara con un remate que se fue cerca del segundo palo.
En el complemento, la Villa insistió más con su esquema de soltar a Abaca y le dio más juego a Facundo Reyes que poco había podido hacer en el primer tiempo. Iban 20’ cuando Reyes ganó por izquierda, enganchó y pisando el área sacó el remate para vencer a un Araoz que hasta ahí era invencible. La Villa había sacado esa ventaja y todo parecía suponer que lo definiría de contra. Pero se quedó. San Martín se soltó, se animó. López Abaca se jugó con el ingreso de Cristian Pereyra como tercera punta y a los 30’ llegaría el premio para los iglesianos cuando el propio Pereyra le bajó la pelota a Ovalle y el ex-Arbol Verde definió de zurda al segundo palo para vencer a Avila.
Ahí se armó el partido más dramático porque Villa Obrera fue por el resto. Lo presionó y casi se encuentra con la victoria cuando Jorge Olivares quedó solo ante Araoz, pero el Payaso le tapó en forma magistral. Salió la contra y Pereyra casi define para San Martín en una electrizante maniobra que dejó callados a todos en La Boutique.
Habían entregado todo. No alcanzó para ver un ganador pero la Villa volvió a izar la bandera de la lucha, mientras que San Martín dejó clarito que no es un invitado más en el torneo.
