A los 36 años, la madurez lo encuentra en su mejor momento. Los arqueros saben bien que esta edad suele ser la ideal para demostrar todo lo que pueden aportarle a un grupo y a Fabián González, le está pasando mucho de eso. Cuando el fútbol empezaba a ser un pasatiempo y su prioridad era el trabajo en el Servicio Penitenciario Provincial, el Tato encontró en Rodeo su lugar para volver a ser. Y esa elección le dio toda la razón porque con San Martín acaba de clasificarse finalista del Torneo del Interior, sabiendo que están a solo 2 partidos de llegar al Argentino B. Una gesta histórica que el Tato disfruta desde su casa y a la hora de analizar se lo nota más que feliz: “Es algo muy lindo realmente. La forma en que te atienden, la dedicación y el orden que hay en Iglesia es impresionante. Yo me siento muy bien y creo que esta clasificación a las finales es el premio que toda la gente de Rodeo se merece. Es un gran club donde los dirigentes viven para ese club y no viven de ese club. Esa es la gran diferencia que yo veo. Ahora, sabemos que no hemos logrado nada todavía y que para ascender tenemos que ganarle a todos pero nadie nos quita lo lindo que se vivió desde el momento mismo en que pasamos ya la fase anterior”, destacó.
Haber llegado a Iglesia tiene sus sacrificios por la distancia y por el trabajo, por eso Fabián remarca que este momento no sería el que es sin el apoyo de mucha gente: “Entreno acá solo en San Juan y viajo dos días a Rodeo para hacer fútbol y jugar. Es complejo y solamente por el apoyo de mis jefes y mis compañeros del Sector 2 del Servicio Penitenciario puedo acomodar mis horarios para ir y jugar. A ellos los molesto siempre y por eso mi gratitud. Además, el respaldo de mi familia es vital porque saben que estoy lejos mucho tiempo”, subrayó.
Ya entrando en lo que este sorprendente San Martín de Rodeo es tras haberse clasificado finalista por la victoria 2-1 sobre Andino de La Rioja, el arquero remarca una sola virtud: la humildad. “Los muchachos se sacrifican un montón. En la cancha, se entregan totalmente y nadie se la cree. Todos manejan una humildad sensacional para aprender siempre de los más experimentados. Esa es la mejor virtud de San Martín”, destacó.
Fueron pasando etapas del TDI y el Tato sabe que la gente de Rodeo se fue contagiando de lo que hacían: “Fueron muy buenos con todos nosotros siempre. Se dedican a que no te falte nada, a darte lo mejor que tienen y eso te conmueve. Además, ahora todo el departamento se contagió y queremos darle el ascenso como retribución a todo lo que nos han ofrecido en este torneo. Ese es el compromiso del equipo”, cerró.
