Pasó ya el trago amargo de digerir el descenso en el mundo de San Martín. Eso quedó claro en el estreno del equipo Verdinegro en la B Nacional porque pese a las restricciones para el ingreso de hinchas que no fueran socios, el estadio Hilario Sánchez mostró un marco más que aceptable, con menos gente que en otros partidos de este San Martín, pero con la marcada vocación de sus fieles de apoyar al equipo incondicionalmente. Aliento permanente, el gritar permanente del ‘vamos a volver, a volver’ coparon la escena en Concepción demostrando que este San Martín ya generó otra forma de relacionarse con su gente. Es respaldo sin importar buenas o malas actuaciones. Solo así se puede explicar que para todos y cada uno de los que estuvo en la cancha, el partido ante Aldosivi haya sido el primero de los 42 que hay que transitar para regresar a Primera.