Lady Gaga afirma que es más feliz tras los 10 kilitos de más que aumentó en el último mes y en los que tiene mucho que ver el restaurante que su padre tiene en Nueva York. La estrella neoyorquina dice que se siente bien con sus curvas y que sus rollitos no afectan su relación con el actor Taylor Kinney: "Soy feliz, más de lo que nunca he sido. No me voy a volver loca por el peso"
