Aunque parezca una verdad de perogrullo o se piense que la mirada es exageradamente optimista, las cinco medallas de plata logradas por los ciclistas sanjuaninos cierran con un balance favorable el retorno luego de un año a las competencias nacionales de pista.
El optimismo se fundamenta en que, aún sin haber coronado campeones la Federación Ciclista Sanjuanina tuvo un protagonismo excluyente del que no pueden ufanarse otras Asociaciones que lograron una medalla dorada. Sus equipos de Persecución y Velocidad perdieron por menos de cuatro décimas. En la olímpica con el debutante Walter Guzmán y el, aún novato aunque es su segundo campeonato, Cristian Romero, acompañados de Emiliano "Bam Bam" Fernández (sin duda alguna uno de los que más se destacaron por eso su convocatoria a la concentración de la Selección nacional) le mojaron la oreja a la Federación Cordobesa que tiene en ese fenómeno que es Leandro Botasso y Matías Gatto, a dos de los titulares de la Selección argentina. Los mediterráneos debieron recurrir a las eximias prestaciones de su velocista de Bell Ville (amo y señor de la Velocidad nacional) para derrotar a Cristian Romero con el último suspiro. Sin tomarlo como atenuante, pero digno de destacar es el hecho que el sanjuanino recién la semana anterior consiguió que le prestaran una bicicleta de pista y que de los últimos 25 días previos, dos semanas no pudo entrenar por la rodada que sufrió en el Criterium organizado por el Club Independiente en la rotonda del Barrio Obrero Rawson.
Con respecto a la Persecución, al equipo le jugó en contra que Emiliano Fernández se bajó de la Velocidad olímpica y diez minutos después la largó. Lo mismo pasó con Saldaño quien había corrido intensos 40 kilómetros de Vueltas puntuables y sintió el esfuerzo. Aparte, se encontraron con un joven y equilibrado conjunto de Pueblo de la Paz que astutamente dirigido por Eduardo Walter Trillini salió a fondo desde la partida. La diferencia que sacaron al principio se acortó considerablemente y si la carrera hubiera tenido cincuenta metros más de extensión la ganaban.
La plata de Bam Bam en el Kilómetro, al que había preparado diez días antes y la de Villalobo en la Persecución individual cuya decisión de correrla también fue tomada a último momento, pusieron en jaque las designaciones de los ciclistas que cobran becas de la Secretaría de Deportes de la Nación, quienes por preparación y roce deberían haber marcado diferencias claras con respecto al resto, circunstancia que fastidió a Juan Curuchet quien opinó que hay falta de compromiso profesional.
Saldaño y Gáspari cerraron la cosecha plateada corriendo con tesón una Americana en la que Astiasaran y Fraysse madrugaron con una vuelta sacada al principio que signó el desarrollo de una carrera en la que los sanjuaninos tuvieron solidez y sumaron más puntos que el resto de los integrantes de la Selección nacional.
A la hora de la verdad, cuando las papas queman, afloró la marca en el orillo que caracteriza a los ciclistas sanjuaninos. Su garra y amor propio superó la carencia de elementos y otros apoyos logísticos con los que cuentan durante el año varios de sus rivales. Si hubo diferencias, no se notaron. Sólo Botasso, un "fuori clase", no dejo duda alguna sobre su capacidad. El resto, por obra y gracia de los muchachos vestidos de azul con el mapa de San Juan en el pecho, deberán revalidar con creces que merecen contar con todos los beneficios que disfrutaron durante el último año.
